De-morada


Ojala pudiera darte un beso amarillo,
y probar tus labios de fruta madura,
Tu piel de olivo.
Para luego sumergirme lentamente en el ocaso divino.
Si me dieras un beso amarillo
De dulces relámpagos y aliento tibio.
Seria una unión en un soplo maravilloso.
Porque quien quiere abrazos violetas y poemas rosas,
Cuando se le es dado un beso amarillo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los 10 derechos imprescriptibles del lector de Daniel Pennac

LA FLOR ESCARLATA (inconcluso)

Grillos